martes, 7 de abril de 2009

Jan hasta que le vimos era “solo un galgo”, un pobre perro abandonado que se alimentaba de las sobras de

Lo que hay abajo escrito lo he sacado del la pagina www.degalgos.org porque me identifico mucho con ello. A mi también me preguntan "porque galgos" y creo que se explica bien abajo. Son mas pobres que otros pobres abandonados por su forma de ser.
Lo de abajo es parte de una historia mas larga sobre unos albañiles que daban de comer a un montón de perros que había en la obra, entre ellos el galgo. La sociedad pudo dar en adopción a todos y se quedo el galgo. Al preguntarles a los albañiles porque ya no daban de comer al que quedaba, decían "Solo es un galgo". Ese es el problema de estos pobres animales.
Es un total desconocimiento de esta raza tan maravillosa. Supongo que es porque son usados y tirados, pero justamente por eso dan tanta pena.
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Jan hasta que le vimos era “solo un galgo”, un pobre perro abandonado que se alimentaba de las sobras de otros perros abandonados.
Los galgos, por su carácter huidizo, no se acercan a la gente, no despiertan su piedad, creo que quizás son invisibles a los ojos de mucha gente.
Por esto nosotros dedicamos nuestro esfuerzo para que todo el mundo vea a los galgos, esos perros casi siempre invisibles que cruzan nuestros pueblos por las noches, de basura en basura, huyendo del hombre, temerosos de ser vistos pasan tan inadvertidos que se diría son fantasmas, pero que cuando por fin ves sus ojos entiendes que son mas abandonados, más maltratados, más ignorados que ningún otro perro abandonado.
Gracias a dios, hay gente que sí los ve, incluso los adoptan ya que son maravillosos perros de compañía, su dulzura es inigualable, su fidelidad la mejor, su mirada... como dice una amiga, aleja la locura.
Jan ha sobrevivido con la cabeza rota, un lazo de alambre incrustado en uno de sus dedos durante al menos un año, una costilla fracturada, un plomo clavado en su espalda, una luxación en la pata trasera izquierda y casi ningún diente. Esquelético, se ha curado solo de sus muchas heridas, pero ni eso ha conmovido a los que alimentaban a una manada entera de perros abandonados y se compadecían de ellos. Jan por ser galgo ha sobrevivido solo a la indiferencia que es el peor de los maltratos.
Ahora Jan descansa tranquilo en su camita, sabe que por fin puede dormir tranquilo, sus heridas se curarán y nos ha perdonado."

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